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sábado, 27 de agosto de 2011

Estudio Arqueo-ictiológico del fenómeno de la subienda en la zona de raudales del río Magdalena Por German Alberto Peña León

Los peces constituyen uno de los grupos faunísticos más numerosos e importantes relacionados con el hombre a través de su historia. El estudio de sus vestigios hallados en sitios arqueológicos condujo el surgimiento de la arqueo-ictiología, disciplina que forma parte de la arqueozoología, en la cual confluyen intereses de arqueólogos e ictiólogos, quienes han desarrollado especialmente durante las últimas dos décadas, diversos temas de investigación con objetivos, métodos y técnicas comunes (Morales & Rosello, 1998; Wheeler & Jones, 1989).

La presente investigación pretende contribuir al desarrollo de la arqueo-ictiología en Colombia y, particularmente espera aportar al conocimiento de los patrones estacionales de pesca, desarrollados por los grupos humanos que habitaron en la zona de raudales del río Magdalena en tiempos prehispánicos. En esta área se ubican los rápidos o raudales originados por el floramiento de la formación rocosa y el estrechamiento del cauce del río, cubriendo un área aproximada de tres kilómetros. Dicha zona se localiza entre la cuenca alta y baja del río Magdalena donde se localizan las poblaciones de Puerto Bogotá (Cundinamarca) y Honda (Tolima).

Actualmente en zona de raudales de Honda, se ubican los principales sitios de pesca estacional que han representado en tiempos recientes, aproximadamente el 54% de la producción anual de la cuenca. La pesca en esta región se relaciona directamente con los periodos anuales de sequía, en los cuales varias especies de peces realizan intensas migraciones ocasionadas por el descenso en el nivel de las aguas, concentradas en ciénagas y en áreas inundables, localizadas en las zonas bajas tropicales (Lowe-McConnell, 1975).

Las especies migratorias del río Magdalena inician su recorrido entre los meses de diciembre y enero que corresponden en estas latitudes con el comienzo de la estación seca. Los peces retoman el curso principal del río y recorren grandes distancias en contra de la corriente en búsqueda de las aguas claras y oxigenadas del río y riachuelos tributarios. Este fenómeno se le conoce como “subienda” y constituye la principal temporada anual de pesca especialmente en la zona de los raudales de Honda. En Colombia se presenta una corta temporada seca durante el mes de agosto, lo cual origina migraciones en menor escala entre los meses de julio a septiembre, y se le conoce como “subienda de mitaca” (INDERENA, 1973).

En la zona de raudales de Honda las evidencias arqueológicas reportadas y las fuentes históricas conocidas, indican la presencia de los principales grupos de alfareros y agricultores que ocuparon la región del Magdalena medio y norte del alto Magdalena. Al respecto, la región fue habitada desde el siglo I a. C. por pueblos que pertenecen al periodo formativo tardío, cuya cerámica presenta relaciones con los de la región del bajo Magdalena y la altiplanicie cundiboyacense, (Reichel –Dolmatoff, 1986; Cifuentes, 1991, 1993).

En épocas posteriores la región fue habitada por otros grupos humanos, cuyas evidencias arqueológicas conforman la segunda ocupación conocida actualmente como período cerámico Tardío; este período se inicia en el siglo VII d.C. y culmina con la llegada de los conquistadores españoles quienes entraron en contacto con grupos de filiación lingüística Caribe (Castaño & Davila, 1984; Gómez & Hernández, 1996)

Probablemente uno de los factores que incentivó la llegada de diversas poblaciones a la zona de raudales esté relacionado con el conocimiento ancestral de las migraciones, que realizan anualmente algunas especies de peces, y la vulnerabilidad de las mismas en la zona de raudales ya que varias especies de peces se ven obligadas a buscar las orillas, única parte del río que les ofrece menos resistencia para continuar su proceso migratorio, siendo fácilmente capturados por los pescadores. Sin embargo, antes de iniciar esta investigación se contaba con pocas evidencias directas que indicaran actividades de pesca estacional por parte de estas comunidades, debido principalmente a que no habían sido aplicadas técnicas de recuperación apropiadas, que permitan obtener estos vestigios.

Con este objeto se realizó un reconocimiento arqueológico de la zona y se efectuaron cortes arqueológicos en los sitios de “Arrancaplumas” y “La Sonrisa” correspondientes a los períodos Formativo y Tardío respectivamente. En ambos sitios se delimitaron unidades de cuatro metros cuadrados, que fueron excavadas por niveles arbitrarios y control estratigráfico. Simultáneamente, los suelos procedentes de estos cortes fueron sometidos a procesos de cernido y lavado mediante una serie de tamices con apertura de 2 a 3 mm. Así mismo con el objeto de obtener restos vegetales, se flotaron series de muestras procedentes de cada uno de los niveles de excavación.

El sitio de Arrancaplumas constituye uno de los principales yacimientos arqueológicos del período Formativo Tardío localizado en la región. Se localiza en el barrio del mismo nombre cercano al antiguo puerto y bodega del río, sobre una terraza aluvial alta localizada en la margen izquierda del río Magdalena. Este sitio fue reseñado por Gerardo Reichel Dolmatoff (1943, 1986), quien lo relaciona con la etapa Formativa Tardía de la costa Atlántica y sabana de Bogotá. En 1993, el arqueólogo Arturo Cifuentes realiza excavaciones en este yacimiento, analiza la cerámica y obtiene una fecha de 90 + 90 a.C.

En la presente investigación se efectuaron dos cortes, el primero de ellos se realizó en la pendiente occidental próxima a la terraza sobre una extensa área identificada como basurero (corte: I) y el segundo corte se efectúo en la zona plana de la terraza (corte: II). Como resultado en el corte I, se obtuvo abundante material cerámico, lítico y óseo, depositado en tres horizontes estratigráficos y se alcanza una profundidad de 170 cm. Por su parte en el corte II, se registra menor frecuencia de materiales culturales y su grado de fragmentación y distribución sugieren que el área pudo estar relacionada con espacios de vivienda.

De otro lado, los resultados de la exploración realizada en el barrio de La Sonrisa, localizado en el sector nor-occidental del municipio de Honda, permitieron la localización de un depósito arqueológico que alcanzó una profundidad cercana a los cuatro metros. En este sitio se hallaron miles de vestigios óseos principalmente de peces, restos vegetales carbonizados, asociados con fragmentos de cerámica y artefactos de piedra perteneciente a grupos del período Tardío, distribuidos en cinco horizontes estratigráficos, dos de los cuales constituyen capas de suelo negro conocidas como paleosuelos.

Actualmente el análisis de los materiales arqueológicos obtenidos en ambos sitios se realiza en el Laboratorio de Arqueología del Instituto de Ciencias Naturales. Al respecto los resultados preliminares indican que tanto las grupos humanos del período Formativo Tardío como los grupos Tardíos, realizaban intensas actividades de pesca durante la migración anual o época de subienda, implementando artes que les permitió la captura tanto de especies de tallas pequeñas como el nicuro (Pimelodus clarias), como de ejemplares de otras especies de gran talla como el bagre pintado (Pseudoplatistoma fasciatum). El resultado de los estudios taxonómicos y anatómicos, así como los estimados de abundancia y diversidad de las especies identificadas en los dos sitios investigados, permitirán realizar un análisis comparativo relativo a la explotación de este recurso por parte de los grupos humanos mencionados.

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Castaño U. C. & Dávila C. 1984: Investigaciones arqueológicas en el Magdalena medio, sitios Colorados y Mayaca. N° 22. Bogotá:FIAN, Banco de la República.

Cifuentes, A. 1991: Dos períodos arqueológicos del valle del río Magdalena en la región de Honda: Boletín de Arqueología 6 (2): 1-11 Bogotá: Fundación de investigaciones Arqueológicas Nacionales del Banco de la República

_____________. 1993: Arrancaplumas y Guataqui. Dos períodos arqueológicos en el valle medio del río Magdalena. Boletín de Arqueología 8 (2): 3- 88. Bogotá: Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales del Banco de la República

Gómez G., A. & Hernández J. B. 1996: Rescate arqueológico en el Municipio de La Dorada (Caldas). Boletín de Arqueología 11 (1): 61-83. Bogotá :FIAN, Banco de la República.

INDERENA, 1973: Operación subienda 1972, investigación pesquera. División de pesca. Bogotá.

Lowe-McConnell, R., 1975. Fishes communities in tropical freshwaters. Londres.

Morales, A & Rosello, E. 1988: Ictioarqueología: nuevas técnicas al servicio de la reconstrucción prehistórica con algunos datos sobre el país Vasco..

Suplemento No 6 97 - 104 pp San Sebastián, España: MUNIBE (Antropología y Arqueología)

Reichel Dolmatoff, G. & Dussan, A. 1943: Urnas funerarias de la cuenca del río Magdalena, en Revista del Instituto Etnológico Nacional. Vol. 1 No.1: 209-281. Bogotá.

_______________________1986. Arqueología de Colombia, un texto introductorio.

Bogotá: Fundación Segunda Expedición Botánica,

Wheeler, A, & Jones, A. K. 1989: Fishes. , Cambridge: Cambridge University Pres

Tomado de: http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/viewFile/12856/13453

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