"Somos el Centro de la Historia de Colombia. Nuestro propósito es el de salvaguardar la historia de nuestro pueblo, como un aporte a la grandeza de nuestra nación colombiana."

miércoles, 21 de julio de 2010

1er Congreso de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia en Santafe de Antioquia

Con el fin de presentar y formalizar estratégica y políticamente, el proyecto de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, las instituciones convocantes en cabeza del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, están liderando la realización del 1er Congreso de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, en Santa Fe de Antioquia los días 29 y 30 de julio, en el cual considera de vital importancia su participación y/o, la representación de su municipio.
Este Congreso tiene como objetivo presentar la RED, su marco conceptual, su avance diagnóstico, e integrar alternativas y estrategias para su desarrollo, consolidación y sostenibilidad, así mismo, para la revisión de conceptos y formas de operar en red, desde el escenario global, con el interés de revisar no sólo la aplicación de prácticas ya consolidadas, sino de sumarse a redes internacionales, que permitan una mayor proyección de los productos culturales y turísticos que estos pueblos poseen.
Se anexa la invitación que contiene la información oficial, y los parámetros para la inscripción al evento, entrada libre, indispensable registrar su participación, cupo limitado.
TOMADO DE
Congreso Pueblos PatrImonio <congresopueblospatrimonio@aeromedellin.com

martes, 20 de julio de 2010

Hombres y mujeres tolimeneses que hicieron patria en la Independencia nacional

La historia de la Independencia de Colombia se ha contado muchas veces, especialmente un día como hoy, 20 de julio, se recuerdan a los héroes que dieron sus vidas para heredarnos la libertad y muchos de los derechos con los que actualmente contamos.

Doscientos años de independencia, 200 años como Nación celebramos hoy y recordamos nombres como Simón Bolívar, Policarpa Salavarrieta, Francisco de Paula Santander y Antonio Nariño, pensamos en un florero que desató la fuerza de un pueblo, imaginamos a los próceres pensativos caminado por las calles empedradas de Santafé, y aún muy seguramente, muchos evocaran imágenes bélicas, similares a las plasmadas en lienzo por José María Espinosa Prieto.
Y es precisamente de estos cuadros e imaginarios que surge la idea de Independencia como la conocemos actualmente, celebración del Bicentenario. Construimos un pasado y una idea de Nación que nos permite ver un proceso de manera oficial, y que año tras año se repite en textos escolares, conferencias, obras de teatro, películas e incluso telenovelas.
De esta manera, la élite criolla trascendió desde el centro del país y se fijó en nuestra memoria colectiva, reivindicada entonces por las fiestas nacionales y populares. Olvidamos poco a poco que desde las provincias, las regiones también se empezaron a gestar movimientos independentistas, que posteriormente se unirían al liderado por Simón Bolívar.
Entre estos movimientos y juntas de gobierno provinciales podemos destacar, con orgullo, el proceso independentistas que se forjó en Mariquita, de esta manera es preciso hablar de una historia que se escribió y se luchó fuera de Santafé de Bogotá, una historia que por mucho tiempo ha sido dejada al margen junto a los héroes provinciales que a diferencia de los grandes próceres no fueron retratados por Figueroa o por Espinosa. Hombres que lucharon y dieron sus vidas, pero que siguieron siendo hombres y no modelos ejemplares para la Patria.
Hombres como el general José María Melo; el general Ramón Espina; Anastasio del Castillo, quien fue fusilado en Ibagué, y otros cientos de hombres y mujeres con sangre pijao que formaron parte del Ejército libertador y que ahora sólo son parte del olvido.
Es entonces el 2010, 200 años después de aquella revolución política del 20 de julio, el momento preciso para recordar que la Independencia se gestó y se luchó en diferentes regiones del país. De esta forma, resaltamos nuevamente el movimiento independentista que se suscitó en Mariquita y que conllevó a la inminente conformación del Ejército de Cundinamarca, tal como lo reseña María Yolanda Jaramillo, presidenta de la Academia de Historia del Tolima.
"La independencia fue un movimiento de ciudades y villas, siendo un proyecto inicial, darse a un gobierno propio, autónomo, antes que declarar la propia independencia de España. Por aquella época se destacaba el abogado José León Armero como la persona más representativa de la provincia de Mariquita y Honda", comenta la historiadora.
Precisamente en ese año, en 1810, es cuando se da lugar al tan renombrado altercado del "Florero de Llorente", en el que la visita del comisionado Antonio Villavicencio se convirtió en la excusa perfecta para iniciar una revolución que se venía gestando entre las élites criollas.
Con la aprobación del Cabildo Abierto, los líderes organizaron la primera Junta Suprema de Gobierno, en la que cada provincia designó un representante, en el caso de los cabildos de Ibagué, Espinal, Mariquita y Honda, el elegido fue José León Armero.
Una vez concluida la labor de León Armero, los líderes de Mariquita continuaron luchando por sus ideales y una vez proclamada la Independencia del Estado de Cundinamarca, esta población, junto a Honda, se unió a un proyecto conjunto que llevaría posteriormente a la batalla definitiva en el Puente de Boyacá.
Es así como el 14 de agosto de 1813 se proclamó al independencia de Cundinamarca en Mariquita con el cabildo en pleno, fomentando así mismo la conformación y el fortalecimiento de un ejército propio que contó con tan valientes hombres como el General Melo y el General Espina, quienes posteriormente hicieron parte del Ejército Libertador de Simón Bolívar.
Con un gobierno centralizado en Honda y con el mayor acuartelamiento de tropas patrióticas en esta villa, el Tolima aportó a sus valientes hombres criollos e indígenas, quienes dispuestos a ser libres o morir, encabezaron la campaña emancipadora de la Nueva Granada.
De estos héroes olvidados o demasiado recordados nos quedó la Independencia y un recuerdo que se ha construido con nuestra propia interpretación del presente y con ayuda de los esfuerzos del Gobierno por unir al pueblo bajo una sola celebración nacionalista.ListasEstos son algunos de los hombres y mujeres del Tolima que lucharon por la Independencia de Colombia:
1.General José María Melo, de Chaparral
2.General Ramón Espina, de Honda
3.Anastasio del Castillo, fusilado en Ibagué
4.Nicolás Antonio Caideco, de Piedras
5.José León Armero, Mariquita
6.Luis Dionisio de Caicedo y Flores, de Purificación
7.Pedro Nicolás María Buenaventura, de Ibagué
8.Egidio Ponce, de Ambalema9
.José María Vesga, de Ibagué
10.José Joaquín Buenaventura, de Ibagué
11.Sebastián y Luis Igancio Ureña, nacidos en Ibagué
12.José Tadeo Galindo, de Ibagué
13.Estefanía Linares, de Mariquita1
4.Ana Joaquina Aroca, indígena de Natagaima
15.María del Socorro Devia, de Natagaima
TOMADO DE:

lunes, 19 de julio de 2010

Reunión del Centro de Historia Honda

El Suscrito Presidente del Centro de Historia de Honda
Convoca
A los integrantes del Centro de Historia a una reunión de carácter urgente
HOY lunes 19 de julio de 2010
Hora: 5 p.m.
Lugar: Museo Alfonso López Pumarejo
Día Lunes 19 de julio de 2010
Tema: Homenaje a Onofre Bonilla en su centenario
Cordialmente,
Tiberio Murcia Godoy
Presidente

domingo, 18 de julio de 2010

Gracias a José Celestino Mutis se promovió la gesta independentista. El precursor de los precursores Por: Alberto Gómez Gutiérrez *

En medio de un gremio de charlatanes, el arribo del médico del virrey a la Nueva Granada traería novedades en el arte de curar y sobre todo, permitiría formar a los doctores en medicina de la generación de la Independencia.
José Celestino Mutis aseguraba que algunos efectos de la naturaleza eran explicados por los granadinos como si fueran delirios de locos.
La llegada de José Celestino Mutis a la bahía de Cartagena hace 250 años, el 29 de octubre de 1760, no pasó desapercibida. En medio del alboroto que significó la llegada del nuevo virrey en La Castilla, producto de los fastos que correspondían a la máxima autoridad monárquica en los países de ultramar, corrió la noticia de la ilustre comitiva que lo acompañaba. Entre éstos, la presencia del médico del virrey, don José Celestino Mutis y Bosio fue, con seguridad, de gran interés para la élite local.

A pesar de ser la ciudad con la mejor tradición en el Nuevo Reino de médicos que traían al puerto los avances de otras tierras, Mutis era el último en llegar, lo cual presuponía, teniendo en cuenta su jerarquía, el arribo de novedades en el arte de curar.

En una ciudad americana prestigiosa para la época, con cerca de 30.000 habitantes —cuando Mompox contaba con cerca de 7.000 y el Nuevo Reino con algo más de 300.000 habitantes censados—, era natural que los médicos inmigrantes encontraran un destino conveniente en su periplo.

La construcción de hospitales y la eventual disponibilidad de cargos oficiales para personas de jerarquía social, como podían serlo los europeos con estudios, atrajeron a Cartagena un grupo reducido de galenos provenientes principalmente de los reinos de Francia. Esta tradición continuaría al menos hasta el primer tercio del siglo XIX, cuando otro reconocido médico francés, Alexandre P. Révérend, atendería en su lecho de muerte al libertador Simón Bolívar en su retiro de San Pedro Alejandrino, la hacienda del gaditano Joaquín de Mier en cercanías de Santa Marta.

Sin embargo, unos pocos médicos franceses, en el concierto de decenas de charlatanes, no daban abasto para la villa de Cartagena y sus alrededores. Para colmo, algunos de los mismos franceses fueron controvertidos frente a las autoridades. De hecho, el propio Mutis comentaba en una de sus misivas posteriores desde Santafé:
“Si hubiera de ir notando las ideas extravagantes de los hombres del país, me faltaría tiempo para ejecutarlo. Parece increíble que en nuestros tiempos pueda haber país en donde sus individuos piensan tan erradamente. Yo, en tales ocasiones, no hallo otro recurso que tomar sino el silencio, por no exponerme a unas contradicciones insoportables. No hay duda de que caigo en el otro extremo de consentir en tales extravagancias. No es el medio más favorable para mi opinión, pero desde luego es el más oportuno, atendidas todas las circunstancias.

“Oír contar a estas gentes algunos efectos de la naturaleza es pasar el tiempo oyendo delirar a unos locos. ¡Qué de virtudes en las yerbas! ¡Qué de curaciones practicadas por los idiotas! ¡Qué de preservaciones contra algunas injurias de ciertos animales! Pero tómese uno la pena de ir averiguando con sana crítica semejantes ponderaciones. Nada se halla semejante a lo referido; y si en el fondo hay algo, se encuentra seguramente tan desfigurado que en poco concuerda con lo que se dice. ¡Puede haber mayor quebranto en las conversaciones de las gentes! Que esto sucediera entre viejos ignorantes, o entre hombres nada instruidos, no causaría mucha admiración. Pero que las mismas relaciones oiga un viajero en boca del vulgo, que en la de los que se tienen por más racionales en el pueblo, para esto no hay consuelo.

“Instrúyase vuesamerced en el modo de pensar de estas gentes, y dé gracias al cielo de no hallarse en un país donde la racionalidad va tan escasa, que corre peligro cualquiera entendimiento bien alumbrado (…)”.
Cuarenta años después de su llegada, ya bien instalado Mutis en Santafé, lograría cambiarle el curso a la medicina nacional gracias a los planes de estudio que propuso y que llegaron a formar a los médicos de la generación de la Independencia.

Ahora bien, además de verificar la nueva presencia de un facultativo de renombre, pasó desapercibida la llegada de otro agente, encubierto hasta el momento en la misma persona del médico virreinal. Este agente, que podríamos considerar en palabras de hoy como su alter ego, era el segundo Mutis entre los varios que él llegaría a representar a todo lo largo de su polifacética vida, a través de la cual infiltraría a la nación en gestación con el germen del positivismo científico. Un germen que para unos sería el motor del desarrollo de nuestra sociedad y para otros la condena de antiguas tradiciones amerindias.
En medio de la polaridad de estas dos interpretaciones extremas, creemos, se halla la verdad: Mutis fue, en un momento crítico para la intelligentsia neogranadina —determinado por la expulsión de los jesuitas apenas siete años después de su llegada a Cartagena—, el eje del desarrollo de la autopercepción y el alumbramiento del valor de las ideas en los territorios que llamamos hoy Colombia.

Gracias a Mutis y a su posterior escuela de la Expedición Botánica, una inmensa minoría lograría promover la gesta independentista, tanto desde el punto de vista político y social, como desde el punto de vista intelectual.

* PhD. Profesor titular Instituto de Genética Humana Facultad de Medicina / Pontificia Universidad Javeriana

viernes, 16 de julio de 2010

Semblanza de un músico hondano ONOFRE BONILLA Por Hernán Rodríguez Castro

Dar click sobre el documento para leer mejor.
TOMADO DE: RODRÍGUEZ Castro Hernán. Semblanza de un músico hondano. Onofre Bonilla. Periódico Pro-Honda Año XXV Número 274. Honda. Noviembre- diciembre 1993. Págs. 1 y 5.

ONOFRE BONILLA Por Carlos Orlando Pardo Rodríguez


Dar click sobre el documento para leer mejor
TOMADO DE: PARDO Rodriguéz Carlos Orlando. Músicos del Tolima Siglo XX. Pijao Editores. Ibagué. 2002. Págs. 120 a 123.

jueves, 15 de julio de 2010

EXPOSICIÓN PARALELA EN EL PRIMER CONGRESO HISTÓRICO DE LOS PUEBLOS BOLIVARIANOS DEL RÍO MAGDALENA

Una hermosa exposición bolivariana que mostrará recordadas fotografías sobre la historia del Río Magdalena a través de estos últimos 200 años, será presentada paralelamente dentro del marco del Primer Congreso Histórico de los Pueblos Bolivarianos del Río Magdalena, a celebrarse en la ciudad de Santa Marta, los días 22 y 23 de julio, la parte académica y el 24 día que recuerda los 227 años del nacimiento del Libertador Simón Bolívar, fundador de la patria colombiana, ser la ceremonia de clausura y la entrega de la Condecoración; Ciudadano Benemérito de la Patria Colombiana a cinco distinguidos colombianos que por sus aportes a la patria, han sido escogidos nacionalmente para hacerles entrega de tan significativa condecoración.
La Exposición gráfica, estará acompañada de varias muestras de entidades relacionadas con el Río Magdalena, y se cursara invitación a los colegios de Santa Marta y del Departamento para que sus alumnos y profesores, puedan visitarla y valorar estos hermosos capítulos históricos, que se presentan con motivo de la programación oficial de la Fundación Periodistas Bolivarianos de América en el marco del Bicentenario del Grito de la Independencia colombiana.
El reconocido pintor bolivariano Maestro Javier Baena, se a unido al Comité Organizador del congreso y estará presentando su última obra sobre los Caminos de la Civilización Tayrona en homenaje a nuestros aborígenes quienes fueron los que informaron a Rodrigo de Bastidas y a Juan de la Cosa, sobre la existencia del gran Río unas millas náuticas más bajo del puerto a donde habían anclado en los primeros días del mes de febrero de 1501.
La colonia de Tenerife en Santa Marta, esta organizando una muestra de ese municipio, para recordar que fue allí, donde Simón Bolívar logró su primera batalla militar y politica en 1812.
TOMADO DE: Fundación Periodistas Bolivarianos de América Funperbol

miércoles, 14 de julio de 2010

Al Congreso Historico de los Pueblos Ribereños invitan a la nueva Ministra del Medio Ambiente Fundación Periodistas Bolivarianos de América Funperbo

Invitan a Nueva Ministra del Medio Ambiente al Congreso Histórico de los pueblos ribereños del Magdalena
Santa Marta: Julio 22-23 y 24 Auditorio Hotel Palmarena- calle 17 Nº 1B-63 El Rodadero
El Comité Organizador del Primer Congreso Histórico de los Pueblos Bolivarianos del Río Magdalena, ha cursado formal y gentil invitación a la doctora Sandra Bessudo, quien ha sido designada por el presidente electo Juan Manuel Santos, como nueva Ministra del Medio Ambiente, para que asista y comparta las experiencias históricas que a través de los años se han escrito en el Río de la Patria: el Magdalena, y pueda también conocer la real situación que vive su cauce en el presente y salgan de allí nuevas oportunidades para lograr su desarrollo sostenible.
El Congreso busca rescatar la historia de los pueblos Bolivarianos que nacieron a la orilla de este gran Río, y que han dejado huellas imborrables en la historia de Colombia, por su aporte a la libertad y al desarrollo de la patria.
Verdaderos conocedores del tema han confirmado su participación con ponencias de sumo interés. Es así como Cormagdalena, entidad que tiene bajo su jurisdicción el manejo de las políticas gubernamentales para la recuperación del Río, ofrecerá una amplia divulgación sobre la labor realizada, con el tema: “El Río: Ayer, Hoy y Mañana”, el cual será presentado por el ingeniero: Paulino Galindo Yustres, asesor técnico de la dirección de la Corporación.
Se suma aún más el interés académico, con el delegado de España, quien hará la presentación oficial del proyecto de película a filmarse en sus aguas, y que busca revivir los últimos 351 días de vida del Libertador “Arar en el Mar”. El reconocido cineasta Rafael Mateo Tarí, Presidente de la Sociedad Bolivariana de Europa, ofrecerá detalladamente los pormenores de tan importante fílmico histórico que será un homenaje, no solamente a la Memoria del Libertador, sino a los países que libertó y les dio vida jurídica.
Igualmente, se confirmó la ponencia del Fundador y Presidente Honorario Perpetuo de La Sociedad Académica Santanderista, Capítulo Norte de Santander, Jesús Alberto Rojas Contreras, quien disertará sobre el aporte del General Francisco de Paula Santander en el inicio de la navegación a vapor por el Río Magdalena.
Corpamag, entidad que dirige y controla el Medio Ambiente en el Departamento del Magdalena, también estará ofreciendo un detallado panorama de la importancia del cuidado del Río en las poblaciones ribereñas del Departamento, que son 13, y ofrecerá una muestra de su labor y de los productos limpios que se elaboran en cada uno de los municipios magdalenenses.
El Congreso es la mayor programación que se realiza en el Departamento del Magdalena y su capital Santa Marta, dentro del marco del Bicentenario del Grito de la Independencia colombiana, por parte de la Fundación Periodistas Bolivarianos de América, y es a la vez un homenaje al Río de la Patria y a la Memoria del Libertador Simón Bolívar, por ello su clausura será el 24 de julio, día que recuerda los 227 años del nacimiento del fundador de la patria.
Interesados en mayores informes, contactarse con: funperbol@yahoo.com; móvil: 312- 6567682; telefax 5- 4226110.
Tomado de: Correo enviado a Tiberio Murcia Godoy

Independencia y música ¿Qué se escuchaba en 1810? Por: Manuel Drezner

Antonio Nariño y Francisco de Paula Santander eran grandes conocedores de las artes sonoras.
Simón Bolívar escuchó la obra ‘La Libertadora’ en su lecho de enfermo y fue interpretada también durante su funeral.

Vale la pena en estos días en que se conmemora el Bicentenario de la Independencia que se diga algo sobre lo que pasaba en la música en esos días. Lo cierto es que la Independencia trajo una disminución lastimosa de la vida musical colombiana. No es que antes hubiera mucha, pero como estaba el fabuloso archivo musical de la Catedral, donde existían obras maestras de la música universal, antes por lo menos ellas podían oírse.

Con la Independencia hubo un lapso estéril, donde poco pasaba. Cuando más, como lo dice el general Manuel Antonio López en sus Recuerdos de la guerra de la Independencia, los batallones a medida que combatían y avanzaban, celebraban sus triunfos con bambucos tocados modestamente (como dice el relator) por cornetas, cornetines, pitos y tambores. Pero de esa época son una serie de obras que fueron recogidas por el inolvidable doctor Piñeros Corpas, y que figuran con honor en el catálogo de la música colombiana. Una de ellas es la famosa contradanza La vencedora, que fue tocada en la Batalla de Boyacá. La otra es La Libertadora, estrenada para la entrada del Libertador a Bogotá y que dicen que fue tocada en los funerales de Bolívar, junto con una Marcha fúnebre de Francisco Seyes, creada para la ocasión. La Gaceta de Colombia da cuenta de un concierto dirigido por Juan Antonio Velasco, donde se tocaron oberturas de Rossini (arregladas para la mínima orquesta de veinte maestros con que se contaba), entre ellas la de Tancredo. Como esta ópera fue estrenada en 1813, es admirable lo al día que estaban nuestros pocos músicos sobre lo nuevo que había en Europa.

El padre Perdomo Escobar, en su historia de la música colombiana, menciona que tanto Nariño como Santander eran muy aficionados a la música, que éste tocaba guitarra e incluso ayudó a componer con José Feliz Merizalde unas coplas para burlarse de los ejércitos españoles adictos al rey Fernando. Un ejemplo de ellas es “Ya salen las emigradas/ ya salen todas llorando/ detrás de la triste tropa/ de su adorado Fernando”. Igualmente, se cita al prócer García Rovira, quien tocaba sonatas de Haydn en el clavicémbalo.

Claro que ese desierto musical que trajo consigo la lucha emancipadora no podía durar y de hecho podría decirse que despertó un amor por la música que antes no existía porque las celebraciones litúrgicas no permitían la manifestación de músicas profanas. Poco a poco se fueron formando sociedades líricas, donde los santafereños y las santafereñas mostraban sus habilidades artísticas con la interpretación de arias y dúos de ópera, así como piezas varias para violín y piano. Ellos mismos formaban orquestas que aunque no muy grandes (parece que el promedio de ejecutantes era de poco más de veinte) lograron el milagro de presentar en esa ciudad recién independizada obras de Mozart, de Haydn y hasta de Beethoven.

Claro que lo anterior se refiere a la música culta. El pueblo, sin embargo, se manifestaba con cantidad de aires populares como el bambuco, ya que el pasillo lo dejaban para las clases altas y los cronistas cuentan (con cierto dejo de desaprobación) las juergas que al son de la música y ayudados por la chicha hacían los trabajadores y obreros de la capital. Es una lástima que no haya quedado noticia de qué era lo que tanto cantaban y bailaban esos primitivos bogotanos.

Manuel Drezner Elespectador.com
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